Las (TIC) han transformado profundamente la manera en que accedemos, procesamos y compartimos información en la sociedad moderna. Este efecto se extiende al ámbito educativo, donde las TIC ofrecen beneficios significativos para el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por ejemplo, proporcionan acceso a una amplia variedad de recursos educativos en línea, permiten la personalización del aprendizaje y fomentan la colaboración entre estudiantes y docentes a través de plataformas digitales.
Sin embargo, al integrar las TIC en la educación, nos enfrentamos a limitaciones y desafíos importantes. Entre ellos se encuentra la brecha digital, la falta de capacitación docente en el uso efectivo de las TIC y la posibilidad de que la dependencia excesiva de la tecnología pueda afectar otras habilidades y competencias importantes en los estudiantes.
Luego de reconocer que la innovación en educación va más allá de la mera introducción de tecnología, me di cuenta de que la verdadera transformación radica en cómo utilizamos estas herramientas para mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje. Si bien las TIC pueden ser valiosos recursos en este sentido, también es fundamental considerar otros aspectos, como la pedagogía, el diseño curricular, la formación docente y la participación de los estudiantes. Pero creo que lo más importante dentro de la innovación educativa es trabajar en el desarrollo íntegro y holístico de los estudiantes porque tienen un enfoque educativo y de crecimiento personal que busca atender todas las dimensiones del ser humano: físico, emocional, mental, social. Este concepto va más allá del simple aprendizaje académico, incluye el bienestar y el desarrollo completo de la persona sin depender exclusivamente de la tecnología. Entender que la innovación educativa va más allá de las TIC ha permitido ampliar mi visión sobre cómo mejorar la calidad de la educación.
Este video menciona cuán importante es rol del docente en desarrollo íntegro de los estudiantes como una innovación educativa