Según la UNESCO, la creatividad aparece como eje transversal potenciador del desarrollo individual y social de las comunidades. La creatividad permite el desarrollo de las distintas culturas en todos los aspectos de su vida cotidiana.
En educacion la creatividad es el motor de cambio para integrar propuestas distintas a las tradicionales. Así por ejemplo la creatividad puede ser fomentada mediante la creación de entornos ricos en diversidad cultural. Estos paradigmas sugieren un cambio de mentalidad, una transformación completa en la forma de pensar, sentir y actuar. Proponen una educación que no solo fomente habilidades cognitivas, sino que también desarrolle aspectos emocionales, espirituales y sociales, alineando cuerpo, mente y espíritu (Elisondo 2018).
Para analizar la relación entre creatividad y educación es fundamental entender que la creatividad es un fenómeno complejo que trasciende el campo de las artes. Actualmente, se reconoce que la creatividad puede manifestarse en diversas áreas y abarca todas las manifestaciones humanas, desde las relaciones interpersonales hasta la forma de conocer y descubrir el mundo. Esto es esencial para el progreso personal y social.
Los educadores debemos preguntarnos cómo ser creativos en las clases que cada uno tiene. Siempre existe una mejor forma de impartir el conocimiento y se lo hace a través de la búsqueda interna. Las propuestas educativas deben ser diversas, reconociendo las particularidades de los estudiantes y sus contextos. Esto amplía las posibilidades de la docencia creativa y no se limita a disciplinas específicas, abriendo nuevos caminos para educadores y estudiantes.