La creatividad y educación

La creatividad es la esencia del ser humano. Es nuestras formas de relacionarse con el mundo.

La relación entre creatividad y educación es esencial para el desarrollo integral de los estudiantes y la mejora continua del proceso educativo. La creatividad, como motor del desarrollo social y cultural, se manifiesta en las interacciones entre los sujetos y la cultura, y su vinculación con la enseñanza promueve un aprendizaje más profundo y significativo. Pero es necesario entender que esta creatividad se puede percibir desde varios escenarios, sin embargo, considero que el más importante es que la creatividad depende de quiénes seamos en nuestro ser y los contextos en que nos desarrollemos.

Por otra parte, cuando las personas tenemos claro este aspecto, podemos explorar ideas desde diversas perspectivas y desarrollar soluciones originales; por ende, estamos preparados para enfrentar los desafíos del mundo real de manera más efectiva. Además, al fomentar un ambiente de aprendizaje inclusivo y estimulante, se valoran la diversidad de ideas y se promueve el respeto mutuo, lo que contribuye a un mayor compromiso y motivación por parte de los estudiantes y a su vez se fortalecen competencias socioemocionales. Por último, cultivar la creatividad tanto en docentes como en alumnos enriquece la experiencia educativa y mejora las relaciones en estos dos componentes importantes de la enseñanza.

¿De dónde parte la innovación?

En lo personal el estar en frente a cosas nuevas implica un reto de innovar, porque implica hacer cosas que nunca he hecho antes. Por ello, al iniciar esta maestría he ido aprendiendo que “innovación” no se remite únicamente a vincular la tecnología a nuestras práctica (sin embargo, en el mundo actual son recursos indispensables); sino que implica romper con lo preestablecido.

Por lo tanto, la innovación surge al superar los esquemas de educación tradicionales y adaptarnos a enfoques más flexibles, actuales y que respondan a las necesidades de nuestros contextos. Pienso que en la actualidad, la innovación debe partir desde la consolidación del pensamiento crítico y las habilidades de resolución de problemas. No obstante, la integración de nuevas metodologías y estrategias de aprendizaje que respondan a las nuevas generaciones, paradigmas y realidades es indispensable. Finalmente, considero que si estamos dispuestos a innovar es para responder a las nuevas demandas del mundo cambiante con el objetivo de mejorar la calidad educativa y de vida de las nuevas generaciones.