En la actualidad la educación de todos los niveles enfrenta un conjunto complejo y diverso de desafíos, que requieren una reflexión profunda y la implementación de soluciones innovadoras. Aquellos desafíos incluyen la adaptación a las nuevas tecnologías, la personalización del aprendizaje, la equidad en el acceso a la educación y la preparación para un futuro incierto. Por ello, la educación tradicional, con su enfoque homogéneo, ya no es adecuada en una sociedad diversa y cambiante. La educación debe ser algo más que una simple preparación para el ámbito laboral. Esto debería preparar a las personas para convertirse en personas globales, capaces de hacer contribuciones positivas a los diferentes contextos en los que se desarrollen e interactúen, tomando en cuenta a la innovación en la educación que se refiere no sólo a la tecnología, sino también a nuevos métodos pedagógicos, estructuras organizativas y enfoques curriculares. Además, el aprendizaje basado en proyectos, la educación emocional, trabajo colaborativo y los modelos de enseñanza que son ejemplos de cómo la innovación puede transformar a la educación.
Me agrada mucho coincidir en que la educación emocional es una innovación en educación. La educación emocional es fundamental en un mundo cada vez más complejo y diverso. La educación emocional no solo aborda el desarrollo cognitivo, sino también el crecimiento personal y social de los estudiantes. Fomenta habilidades como la empatía, la autoconciencia, la gestión de emociones y la resiliencia, que son esenciales para el bienestar y el éxito en la vida.
Integrar la educación emocional dentro del sistema educativo ayudaría a los estudiantes a enfrentarse a los retos de una sociedad cambiante proporcionándoles herramientas necesarias para navegar por las dificultades emocionales , promoviendo un ambiente escolar más inclusivo y equitativo.
Últimamente ando muy curiosa por el cómo y el para, de los cambios curriculares muchas veces me cuestiono si estos se basan en las necesidades propias del aula o de la vida. Yo comparto mucho que la necesidad de un equilibrio mental, emocional, físico, etc estos son sumamente importantes para el desarrollo de las personas y sus comunidades, tanto más me pregunto ¿cuál sería el enfoque necesario para aplicarlo en las aulas?. Suelo hacerme estas preguntas porque siento que en nuestras prácticas cotidianas hemos naturalizado los problemas estructurales como problemas privados y particulares ¿cuánto podríamos hacer en el campo de la salud mental ante un caso de violación de una estudiante? ahora ya ni ministerio de la mujer tenemos, que garanticen el seguimiento de las necesidades de rutas de protección o ¿ante una crisis familiar económica inminente? Si bien creo que todas las apuestas técnicas sobre estas tiene un interés legítimo en apoyo a lxs estudiantes, a mí sí me preocupa que esto sea un lavarse de manos del estado ante problemáticas que si bien son resolubles, recaen en responsabilidades más grandes que las curriculares o de las personas docentes . Para esto pensaba en el enfoque de estos acompañamientos sicológicos, que podrían ser desde los mismos abordajes de necesidades cognitivas o las que complementarían un proceso de sicología social, también quizás aquellos que sean de primeros auxilios sicológicos o aquellos que puedan permitirles inclusive una tecnología en el área, pensando en este como una capacitación tan necesaria como los tecnológicos en electricidad.
En tal caso agradezco el aporte, que nutre curiosidades.