Poseer nuevas experiencias es un proceso de crecimiento tanto personal como emocional, además que genera varias conexiones sociales así como otras cualidades que conllevan a la reflexión y a nuevas experimentaciones. Realizar actividades nuevas con los estudiantes conduce a poseer nuevas formas de llegar a ellos, pero sobre todo a comprender mejor su sentir ante lo nuevo, a observar las habilidades y talentos innatos que talves ellos no lo notan. El proyecto realizado ha significado una forma nueva y creativa de salir de la rutina, pero sobre todo entender que se pueden realizar actividades extras que motiven a los estudiantes a aprender de una forma más divertida y dinámica, el observar sus sonrisas y su emoción es gratificante, pero sobre todo la pregunta de ¿Cuándo vamos a hacer la misma actividad otra vez? muestra de su agrado, que llena de felicidad cuando se nota el entusiasmo de los estudiantes. Entonces vale la pena hacer actividades diferentes, porque no únicamente les motiva aprender sino también a desarrollar otras destrezas.
Hola Daniela me acojo a tu experiencia y tambien comparto lo mio, Después de elaborar la dramatización en mis clases de Ciencias Sociales, noté un cambio significativo en la participación y el entusiasmo de los estudiantes. Al concluir la actividad, realizamos una sesión de reflexión donde los alumnos compartieron sus impresiones y lo que habían aprendido. Me sorprendió gratamente ver cómo comprendían mejor los eventos históricos y podían articular sus consecuencias con mayor claridad. Además, muchos expresaron que la dramatización les ayudó a empatizar con las personas de esa época, entendiendo sus motivaciones y desafíos. Esta experiencia no solo enriqueció su conocimiento histórico, sino que también mejoró sus habilidades de comunicación y trabajo en equipo. Desde entonces, he incorporado más actividades interactivas en mis clases, convencido de su efectividad para hacer el aprendizaje más significativo y emocionante.