¿De dónde parte la innovación?

En primer lugar y tomando algunas de las ideas de Bauman sobre esta modernidad líquida que se describe como una época en constante cambio y adaptación. En donde las estructuras sociales e instituciones implican relaciones directas e indirectas, la educación se convierte también en un aspecto fundamental que apoya estas relaciones, por lo que manejarla como si fuese la misma de hace 10 años es impensable, pues como el menciona que la educación ha tenido desafíos anteriormente, pero “el cambio actual no es como los cambios del pasado (…) nunca antes estuvimos en una situación semejante. Aun debemos aprender el arte de vivir en un mundo sobresaturado de información” (Bauman, 2007, pp. 46)

Entonces me parece que la innovación educativa parte de la adaptación, de la flexibilización y del pensamiento crítico hacia esta sociedad inmersa en la modernidad líquida, por lo que se requiere de estrategias y competencias pedagógicas que vayan de la mano con el constante cambio, esto para lograr que nuestros estudiantes estén preparados para prosperar en este mundo, en ese sentido no negar la existencia de ciertos recursos como la Inteligencia Artificial, u otras herramientas que de alguna u otra forma ellos van a usar, sino más bien responsabilizarlos del uso e informarlos de las ventajas y desventajas que tienen para ellos, es decir en trabajar con lo que tenemos de este mundo de la modernidad líquida.

One Reply to “¿De dónde parte la innovación?”

  1. Querida Nathy: En lo referente a que debemos desarrollar estrategias y competencias pedagógicas que se adapten a los constantes cambios, estoy de acuerdo contigo. Sin embargo, creo que es importante, para lograr aquello, asegurarnos que los procesos de enseñanza aprendizaje se vayan dando de manera paulatina y coherente. Siento que este desarrollo se da, a veces, manera muy acelerada, donde lo que importa en realidad es el resultado y no el proceso, dedicando poco tiempo a construir aprendizajes significativos. A veces los avances tecnológicos no siempre son sinónimo de innovación. Por eso, estoy de acuerdo
    que hay que responsabilizarnos del uso e informarnos sobre las ventajas y desventajas que tienen los recursos digitale actuales de este mundo de la modernidad líquida.

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