Creatividad, a falta de un verbo que lo entienda y practique a fondo.

X: ¡Todxs lxs artistas son muy creativos!

Y: Lo dudo, absolutamente lo dudo.

X: ¡¿ Y por qué lo dices?!, Pero en definitiva, todxs están locxs

Y: Justamente por esa creencia es que lo dudo.

Pensaba en un verbo que no junte la palabra crear y habilidad porque definitivamente se traduce en una reducción extraña y fofa. Como cuando pienso en lo mucho que los poetas se siguen rompiendo el alma, cabeza y demás partes del cuerpo para explicar el amor, pensé en que no se le ha dado la misma importancia a una palabra tan decidora como lo es, creatividad.

Por tanto la palabra creatividad me ha sido y por mucho, sacra, inclusive he decidido que mi éxito como artista y luego como docente se lo debo a esta palabra que termina siendo una emoción en ejercicio como un verbo, más que un sustantivo.

Pero definitivamente al encontrarme con la educación popular muchos de estos pensamientos de aparentes “dones” fueron tomando otras perspectivas y formas, por lo tanto el compartir estrategias creativas atraviesa no solo creencias pensar en romper con creencias limitantes u otras perspectivas situadas en diversas técnicas artísticas, sino un compendio de actitudes, dinámicas, reestructuras, perspectivas que se renuevan constantemente. A lo que el encuentro con el texto de Romina Elisondo sobre este tema se siente como una aliciente dentro de la práctica educativa.
Una de las primeras limitantes del pensamiento creativo sin lugar a dudas, es creer que nuestras experiencias como docentes se van estructurando en “mis métodos” , ante esta idea la reiterada la presunción de que las personas docentes somos seres negados a la ignorancia o a la falla, hace que situemos los problemas de la práctica a ejercicios mucho menos relacionados a la pedagogía y más a un sistema de control o un ejerció de poder, mismo que limita nuestras capacidades creativas, por tal motivo decir que el cambio del paradigma es esencial para acompañar las diversidades de pensamiento y reflexión a través de otras perspectivas. El compendio de sentir, pensar y actuar, determinan caminos tangibles que retan a las personas docentes en espacios complejos y divergentes que permiten a lxs estudiantes desarrollarse en entornos libres, y dentro de esa libertad también un espacio seguro en donde el error puede ser una oportunidad.

Entender que los paradigmas no son asuntos absolutos de una concentrada observación individual, hace que también se entienda la creatividad como un compendio de cuidados y saberes colectivos, que si bien atraviesan por ejercicios de desarrollo humano como las artes, más menos se encuentran en el desarrollo significativo de cualquier profesión u oficio. Aunque según Glaveanu las creatividades se distinguen en tres grandes tipos: la artística, la inventiva y la artesanal, también le apuntaría a desmitificar el arte y artesanía como procesos separados desde los conceptos que el autor propone como originalidad para el arte y colectividad para la artesanía, pero ciertamente es un ejercicio creativo el que requiere la inventiva desde una investigación científica de las estructuras químicas de un estudio de materiales para determinada técnica de una pintura o el enfoque de antropología visual de una época o político de una coyuntura histórica de esa misma pintura, y de tal forma puede nutrir un mismo compendio de colectividades de saberes que no son procesos tan fáciles de delimitar entre el arte y la identidad y práctica artesanal.

¿DOCENTES CREATIVXS?

Una gran preocupación que poseo es el término de llevar una idea o ideas para las clases, si bien parece una intención totalmente válida radica desde la imposición de estas en los espacios (tampoco implica que una persona docente deba partir de cero) sin embargo considero que las ideas que las docentes lleven deberán ser más ejercicios de ideas como una posibilidad, más allá de una concreción de acciones que pueden ser ajenas a lxs estudiantes. La colectividad de este compartir no puede darse con una micro verticalidad que implica que el o la docente siguen siendo el ente rector de la identidad creativa en el aula, el mismo ejercicio del cambio del paradigma nos puede situar en que un/a docente es un probelmatizador/a o un/a tallerista más que un facilitador que no ha perdido las riendas de una educación en donde quiere y no puede ceder el poder, el espacio, la palabra, la acción y mucho menos la creatividad. Con esto decir que parece ser que la creatividad de un docente se mide en el éxito de la creatividad de sus educandos, de sus prácticas autorreguladas y de la capacidadwue estxs posean para hacer de los procesos colectivos herramientas que faciliten y potencien sus aprendizajes.

Poner en la palestra educativa la palabra creatividad, implica afrontar las propias limitaciones y falsas creencias que como docentes tenemos sobre esta, enfrentarnos no solo a la capacitación sino tanto más a una observación inagotable e imaginativa que parte de nuestros recursos humanos, intereses, aspiraciones, emociones, espiritualidad más que de materiales o herramientas, mismos que seguirán cambiando en cuanto las tecnologías lo requieran.

Creer en nuestro potencial creativo como docentes, implica trascender ideas muy complejas sobre determinados saberes de las artes o creencias ligadas a una romantización de la locura, probablemente sea más un ejercicio de desición y empatía.

Diseño finalizado
Primer encuentro de ideas gráficas y lúdicas para una acción comunitaria de derechos a través de estrategias artísticas.

One Reply to “Creatividad, a falta de un verbo que lo entienda y practique a fondo.”

  1. El diálogo entre X e Y sobre la creatividad en los artistas plantea una cuestión interesante que merece una reflexión más profunda. Si bien X afirma que todos los artistas son muy creativos, Y duda de esta afirmación. Creo que es importante reconocer que la creatividad no es un atributo exclusivo de los artistas, sino que se manifiesta de diversas formas en diferentes contextos.

    En mi experiencia como profesor de Lengua, he notado que la creatividad es una cualidad que puede ser cultivada y desarrollada en cualquier ámbito educativo. Sin embargo, es fundamental entender que la creatividad va más allá de la mera generación de ideas originales. También implica la capacidad de cuestionar, de pensar críticamente y de buscar soluciones innovadoras a problemas complejos.

    El comentario sobre la falta de un verbo que entienda y practique la creatividad a fondo es interesante. Creo que esto resalta la necesidad de no solo reconocer la importancia de la creatividad, sino también de fomentar una cultura educativa que valore y promueva la creatividad en todas sus formas. Esto implica desafiar las creencias limitantes sobre la creatividad y adoptar un enfoque más inclusivo y abierto a la diversidad de pensamientos y expresiones creativas.

    En definitiva, creo que la creatividad en la educación es un tema relevante que nos invita a repensar nuestras prácticas pedagógicas y a buscar nuevas formas de inspirar y nutrir la creatividad de nuestros estudiantes, no solo en el ámbito artístico, sino en todos los aspectos de sus vidas y aprendizajes.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *